"Descubre por qué Eslovaquia se está convirtiendo en el destino europeo del momento | Lonely | El Viajero | EL PAÍS"
Hasta hace algunos años, eran escasos quienes habían tenido conocimiento de los Montes Tatras. En la actualidad, se han convertido en un destino anhelado por los entusiastas del senderismo de todo el mundo: con 25 picos que superan los 2.500 metros de altitud, son las cumbres más elevadas de la cordillera de los Cárpatos. Además, representan un paraíso aún poco explorado, perfecto para combinar ejercicio moderado, paisajes impresionantes y una pausa con cervezas refrescantes. Pero, sobre todo, son el principal atractivo turístico de Eslovaquia, un país por descubrir en el mismo corazón de Europa Central.
Con unos vecinos tan famosos como Austria o la República Checa, este pequeño país pasa desapercibido. Eslovaquia no tiene salida al mar, pero compensa con conexiones ferroviarias con toda Europa y frontera con cinco países. Y resulta toda una sorpresa descubrir sus monumentos históricos renovados, su apuesta por el ecoturismo, sus impresionantes cuevas y el renacimiento de su zona más oriental. Además, ofrece unas montañas magníficas, una naturaleza bien protegida y una mezcla arquitectónica interesante en sus ciudades, que va del estilo brutalista heredado de los soviéticos a castillos góticos de cuento o elegantes edificios de corte centroeuropeo.
Como paradas imprescindibles en una visita al país, destacan el espléndido casco antiguo de su capital, Bratislava; las rutas de senderismo del Alto Tatra que serpentean por paisajes de ensueño, con lagos entre picos de 2.000 metros; y, casi en otra dimensión, la zona oriental salpicada de iglesias y con Košice como encantadora capital. También, en torno a ella, la región vinícola, apenas poblada, de Tokay y su campiña.